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¡¿Qué he hecho yo para convertirme en esto!? Ser madre.

¿¡Qué he hecho yo para convertirme en esto!? Ser madre.

Ser madre debería ser un plus a la hora de buscar trabajo. Un máster en la carrera de ser mujer. Un mini punto extra en el equipo de las chicas (como en Furor). Un + en el A. Una experiencia a sumar en el curriculum al tipo de: «Experta en organización de eventos, gestión de residuos, gobernanta, economista y profesional multidisciplinar desde hace 9 meses» y que se escupa así, en cuanto te pregunten + ¿y tu, qué sabes hacer?; – ser madre, entre otras cosas. ¡Toma del frasco Carrasco!.

Antes de ser madre me quejaba de que el día no me daba para nada; y eso que tenía 24 horas toditas enteritas para mi. ¡¡A día de hoy echo la vista atrás y no hago más que preguntarme en qué coñ* gastaba el tiempo!! ¡¿Ahora!? Ahora me ocupo de Simón, de mi y hasta tengo un ratito para dedicarle al gran hombre. Lo que se conoce como optimización de la vida.

Ser madre provoca el desarrollo de nuevos sentidos, actitudes y aptitudes. Por lo menos en mi caso. Me explico. Si antes los dineritos que tenías no te daban para muchos modelitos ni caprichos, ahora no sabes cómo pero te da para comprar una tonelada y media de pañales; litros de leche de avena, palés de yogures y modelitos mil para el pequeñito.

Por la noche puede caer un saco entero lleno de canicas en el piso de arriba, que ni te inmutas ahora, como el bebé haga un «ay!» saltas a la velocidad de la luz y te teletransportas en milésimas de segundo hasta su cuna. Si antes entre que te despertabas y levantabas pasaban minuuuuutos o incluso horas, ahora te despiertas y levantas al mismo tiempo y en menos de una hora ya le has preparado y dado el biberón del desayuno al bichito, cambiado el pañal y vestido, preparado la comida, la mochila de la merienda, llenado la mochila con todo lo que puede necesitar y hasta has lavado la loza. ¡Si esto no es un plus, no se qué puede serlo!.

Si antes eras un poco fría, cuando te conviertes en mamá te crece el amor dentro y te emana por la boca porque no haces más que dar besitos. Y más besitos. Pequeñitos, sonoros, gamberros, grandísimos. No sabía que tenía tantos besos guardados dentro… 

Qué duros son los primeros meses de la maternidad y qué satisfactoria es la vida ahora. Ahora que ya se qué significa ser madre. Sé de lo que soy capaz. Sé que cualquier sacrificio es poco. Sé el significado de «amor incondicional».

Además de gustarme ser mujer, me gusta en lo que me ha convertido el ser madre. 

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